Confirmada la incompetencia y el morro. Qué pena.

Tras encontrarme con la sorpresa de que me alquilaron media película en el video-club acudí a reclamar la otra media. Una dependienta – monísima, eso sí – me dijo que si quería la otra media (la primera media peli) que debía pagarla aparte porque a ella se las han vendido de forma separada y las ha pagado como dos películas independientes. OK, no me interesa entonces y le pido que me la cambie por otra, algo que acepta medio de buena gana (o medio de mala). Pero igual, una vez resuelto el tema de que tengo una peli al precio de una (aunque sea otra) me parece oportuno el sugerirle con toda la buena intención que adviertan que ese DVD es media película y que hay que alquilar primero una primera parte o nada tendrá sentido o bien que lo pongan en la sección de series de tv. A mi me parece algo muy razonable. Entonces la dependienta – tan mona, yo creo que en ese video-club hacen la selección de personal mediante un casting porque en los años que llevo siendo socia, que son unos cuantos, han pasado infinidad de dependientas y nunca hubo una con kilos de más o una fea; así se catalogan luego las películas, claro – comenzó a repetir frases una y otra vez elevando la voz

“no es mi culpa, si lo venden separado lo tengo que alquilar por separado”.

Vale, si no digo que no, pero yo lo que sugiero es que le pongan una pegatina de advertencia, a lo que volvía a gritar –

“no es mi culpa, no es mi culpa, yo cuando voy al Fnac a comprar las películas me lo venden así”

– fantástico por cierto que estén alquilando copias no autorizadas para alquiler (de hecho hace ya tiempo que observé que dos de cada tres pelis que alquilo no son autorizadas para alquiler).

Cuando ya comencé a tener ganas de perder mis buenas maneras fue cuando me dice

“y a tí quién te manda alquilar una parte 2 si no has visto la 1″

Parece que la niña – qué mona es – no entiende. Tiene acento de giri, seguramente no entiende del todo mi español – tiene que ser eso – pero eso a mi me da igual y me sienta como un tiro que una niñata ignorante me diga que quién me manda alguilar una 2 si no he visto la 1 (que por cierto, no estaba cuando alguilé la 2).

Rebuscando por la interné encuentro que arresulta que es una miniserie para tv. Seguramente si este video-club comprara legalmente todas las películas con su licencia correcta recibirían más información sobre el producto que compran, pero claro, se van al fnac, les parece que es una peli y la enchufan en la sección de pelis, la cagan y encima la dependienta -monísima, eso sí – te monta un pollo repitiendo “no es mi culpa, no es culpa, yo no cambio las carátulas con el ordenador” (en eso me insistió mucho y sin venir a cuento, lo que me da por pensar que, si bien en este caso no, en otros sí lo hace).

En fin, que esta niña tan mona debió presentar solicitud de empleo en comercios varios y en vez de encontrar trabajo en una tienda de ropa le salió en un video-club. Qué lástima que acabemos pagando los clientes.